Si usted se encuentra haciendo un recorrido en la zona inferior del Corso Vittorio Emenuele, cerca del mar, le recomiendo que extenda su paseo hasta las murallas de las «cattive». Tranquilo, no le esperan encuentros inusuales con mujeres malas … El nombre evocador y curioso de este famoso lugar de Palermo, de hecho, no tiene nada que ver con la maldad de las mujeres en Palermo. El término proviene del latìn «captivae», es decir, las «prisioneras del luto», las viudas de la nobleza de Palermo, a las que no se les permitìa pasear por el Foro Itálico, donde la gente de Palermo solìa pasar su tiempo libre paseando y encontràndose.
Las murallas eran un lugar más apartado donde las viudas podían tener su momento de descanso, lejos de las miradas indiscretas, y disfrutar de una espléndida vista del mar de Palermo. La caminata, elevada sobre el nivel de la calle, y flanqueada por hermosos edificios del siglo XIX, fue construido en 1823 por encima de las antiguas murallas españolas del siglo XVI; se accede por dos escaleras elegantes (una usted la puede ancontrar justo al lado de Porta Felice) y todavía nos permiten disfrutar de las espléndidas vistas de la costa.
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